POR: YSIDRO CACERES
Todos los días a través de los medios de comunicación vemos reclamos y protesta de diversas comunidades tanto de la zona urbana como rural, la gran mayoría de estas se trata de problemas pequeños, obras pequeñas tales como: reparación de una calle, construcción de alcantarillas, reparación de una escuela, construcción de un corto camino vecinal, pequeños puentes, saneamiento de alguna cañada y pequeños acueductos. Etc.
Estas pequeñas obras parecen no tener respuestas, la estructura gubernamental no tiene mecanismos para enfrentar los pequeños casos de manera eficiente.
Los grandes proyectos y grandes obras no parecen constituir problemas para los gobiernos,los ministros y los empresarios son diligentes en su ejecución y pasan a constituir cartas de presentación de los ministerios y el gobierno a la vez que reciben la bendición de los sectores involucrados.
Sin embargo el gran problema de los gobiernos consiste en cómo resolver los problemas pequeños, este tipo de proyecto no despierta el interés de los ministros, ni del gobierno en sentido general y mucho menos de los empresarios y contratistas ya que sus beneficios suelen ser poco.
Los gobiernos deben hacer esfuerzos extraordinarios para buscar la manera de dar respuestas adecuadas y rápidas a los pequeños problemas, pues estos son los que están permanentemente en los medios de comunicación y la solución de los mismos va en beneficio directo de las comunidades.
A pesar de que existen varias instituciones que deberían enfrentar estas pequeñas obras no existe un procedimiento efectivo que le de solución oportuna a las demandas de las comunidades.
Mientras tanto seguiremos viendo el reclamos de productores por la reparación de un corto camino, comunidades demandando la reparación de una escuela, el saneamiento de una cañada o la construcción de un pequeño acueducto y reparación de una toma de agua.
Debería realizarse una evaluación por provincia y determinar cuales son esos pequeños problemas que ameritan solución urgente.
Una alternativa sería una vez hecho el diagnóstico asignar a las gobernaciones provinciales vía presidencia de la República los fondos necesarios para su ejecución en un orden de prioridad según lurgencia de la obra.
Prestemos atención a esos pequeños problemas y trabajemos con las comunidades.