Por. Ysidro Cáceres
Este 16 de octubre el Partido de la Liberación Dominicana, celebra una consulta nacional semi-abierta con mira a definir su posible candidato presidencial para las elecciones a celebrarse en mayo del 2024.
Este proceso democrático, antes los ojos de todo el pueblo, pero siempre hay que tener presente, la frase acuñada por el profesor Juan Bosch “Que en la política hay cosas que se ven y otras que no se ven y que a menudo las que no se ven son más importantes que las que se ven.”
Aparentemente al ser una consulta semi-abierta, esto les da mayor democracia a la consulta, lo que se oculta sutilmente es el poder que se le quita a los militantes del partido, de poder decidir el destino de su organización.
Al quitarle este poder a la militancia partidaria, se abre la puerta cada vez más para que los allegados externos tengan en sus manos la decisión y para que grupos cuidadosamente estructurados sean los que definan el resultado final.
Esta es la principal incertidumbre a que se enfrentan las organizaciones políticas que escogen las primarias abiertas y semi abiertas.
El voto electrónico facilita aún más la operatividad de estos grupos estructurados para trabajar con los posibles votantes que no están en su padrón y que pueden motivarse por diversas maneras.
Estos grupos que no tengo dudas de que ya están preparados para accionar el día D. Inclinaran la balanza de los resultados finales. La militancia no tiene aseso a estos sectores que son manejados por la élite partidaria.
Solo una participación masiva de los militantes puede evitar que la decisión la tomen estos grupos cuidadosamente estructurados.
Ojalá que esta experiencia sirva para que las organizaciones políticas se den cuenta que tienen que volver a confiar en sus militantes a los cuales deben formar para que respondan a los intereses del pueblo y de su organización.
De todas formas, les deseamos suerte al PLD en esta aventura de “primarias abiertas.”