La tormenta tropical Franklin, que recientemente azotó nuestro país, ha dejado a su paso una estela de destrucción y daños materiales considerables. A pesar de que la tormenta se ha retirado de nuestra región, sus efectos continúan siendo palpables en diversos sectores de la infraestructura y la vida cotidiana.
Según los informes proporcionados por el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), los estragos causados por la tormenta han dejado a 121 acueductos fuera de servicio y uno parcialmente dañado. Esto ha afectado de manera directa a más de un millón 603 mil 152 personas que dependen del suministro de agua potable. La magnitud de la devastación también se ha hecho evidente en nuestras carreteras, con dos mil 760 vías afectadas, lo que ha dificultado la movilidad en varias áreas del país.
En el sector eléctrico, los vientos violentos y las inundaciones ocasionadas por Franklin han alterado 73 ramales y 47 circuitos en el sistema eléctrico nacional. Esta interrupción ha dejado a 406 mil 549 usuarios sin energía eléctrica, generando inconvenientes considerables en sus actividades diarias. Lamentablemente, esta situación también ha cobrado la vida de 346 mil 159 personas, resaltando la gravedad de los desafíos que enfrentamos.
Las empresas distribuidoras de energía, EDESUR, EDEESTE y EDENORTE, están trabajando incansablemente para abordar los problemas derivados de la tormenta. EDESUR informó que aproximadamente el 7.07% de sus clientes se han visto afectados por los daños en 24 circuitos y 13 ramales de circuitos. Por su parte, EDEESTE reportó daños en el 28.15% de sus clientes, con 46 circuitos y 19 ramales afectados. EDENORTE registró la menor cantidad de averías, impactando al 4.16% de sus clientes con tres circuitos y 25 ramales dañados.
El fenómeno atmosférico también ha dejado un rastro de desplazamientos y viviendas afectadas. Un total de 280 personas han sido desalojadas, de las cuales 351 se encuentran alojadas en 15 albergues temporales. Adicionalmente, 547 viviendas han sufrido daños directos y seis comunidades se han visto incomunicadas debido a la destrucción de infraestructuras viales y puentes.
Las autoridades y los equipos de respuesta de emergencia están colaborando arduamente para abordar los problemas derivados de la tormenta y brindar asistencia a quienes han resultado afectados. Se espera que los servicios de agua potable y electricidad sean restablecidos lo antes posible, mientras se evalúan y gestionan las reparaciones necesarias en las carreteras y otras infraestructuras críticas.
Nuestro país se une en solidaridad para superar los desafíos que esta devastadora tormenta ha presentado. Continuaremos trabajando en conjunto para recuperarnos y reconstruir nuestras comunidades, mientras extendemos nuestro apoyo a aquellos que han sido afectados por esta tragedia.