Cotuí, República Dominicana – 9 de enero de 2025
Líderes comunitarios de Sánchez Ramírez denuncian un presunto doble discurso por parte de Barrick Pueblo Viejo, tras una invitación al diálogo que fue seguida por acciones violentas e inhumanas, ejecutadas con apoyo del Ejército Dominicano.
La reunión, convocada inicialmente por la empresa minera para discutir la construcción de la nueva presa de colas en Cotuí y compensaciones justas para las propiedades afectadas, terminó en violación de los derechos de todos los ciudadanos de las comunidades como San Braña Arriba, Arroyo Vuelta, Laja, y El Naranjo.
Según los moradores, Barrick Pueblo Viejo utilizó la convocatoria al diálogo como una estrategia para ganar tiempo, mientras simultáneamente coordinaba el uso de fuerza para despejar a las familias de sus terrenos ancestrales. “Nos llamaron a conversar sobre acuerdos justos, pero, al mismo tiempo, nos enviaron armas y desalojos”, expresó una de las representantes comunitarias.
En el operativo participaron efectivos militares, quienes, según denuncias, emplearon fuerza desmedida, resultando en enfrentamientos que dejaron a múltiples heridos, ya más de 1,200 familias en temor de ser desplazadas.
Ante estos hechos, las comunidades afectadas exigen el cese inmediato de las agresiones, la indemnización justa por los daños causados y una revisión del papel de las fuerzas de seguridad en estos desalojos.
El panorama evidencia la tensión creciente entre el desarrollo económico minero y la protección de los derechos humanos en la República Dominicana, dejando sobre la mesa la necesidad urgente de establecer procesos transparentes y respetuosos que garanticen el bienestar de todos los involucrados.