Se explica que el enfrentamiento entre Netanyahu y Bar no es solo una disputa personal, sino que tiene un trasfondo político más profundo, involucrando al gobierno, la seguridad, el Tribunal Supremo y la fiscal general.
Jerusalem, Israel, 17 de marzo, 2025. La disputa entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y Ronen Bar, jefe del servicio de seguridad interna (Shabak), ha escalado en un enfrentamiento público sin precedentes. El conflicto, que surgió justo durante la festividad de Purim, cuando las "máscaras" se caen, ha revelado tensiones profundas dentro del gobierno israelí. Netanyahu ha acusado a Bar de liderar una "campaña de extorsión y amenazas", mientras que Shabak ha respondido, defendiendo la integridad de Bar y su compromiso con la seguridad de Israel.
El choque se intensificó luego de que el ex jefe de Shabak, Nadav Argaman, sugiriera que si llegara a la conclusión de que Netanyahu estaba actuando en contra de la ley, no dudaría en revelar información confidencial, en un acto que consideró "legal" si estuviera en juego la seguridad nacional. Argaman se centró especialmente en las investigaciones sobre las relaciones entre los asesores de Netanyahu y Qatar, un tema delicado debido a los vínculos de Qatar con Hamas, lo que añade una capa de complejidad a la situación.
Qatar, considerado uno de los principales financiadores de Hamas, ha sido un actor central en el conflicto por su apoyo a la Franja de Gaza. Argaman insinuó que la influencia de Qatar en la oficina de Netanyahu podría haber alterado la política israelí hacia Hamas, una acusación que, si se confirmara, podría tener consecuencias devastadoras para la seguridad nacional. Además, Argaman criticó a Netanyahu por no exigir una investigación interna de Shabak en relación con Qatar.
La respuesta de Netanyahu fue contundente. Acusó a Argaman de cruzar una "línea roja" y de hacer amenazas de chantaje en público, lo cual, según él, nunca antes había sucedido en la historia de Israel. Netanyahu incluso presentó una denuncia en la Policía acusando a Argaman de chantaje y prácticas mafiosas. Además, aprovechó la oportunidad para atacar a Bar, a quien acusó de liderar una campaña de chantaje a través de filtraciones de información.
En medio de estas tensiones, Netanyahu ha intensificado su presión para destituir a Bar, aunque enfrenta obstáculos legales debido a posibles conflictos de interés. Bar, por su parte, se ha negado a dimitir, argumentando que su responsabilidad por el fracaso en la defensa de Israel el 7 de octubre de 2023 podría llevar a su salida, pero solo en términos de asumir la responsabilidad política y no por presión externa.
El conflicto no solo está afectando la relación entre Netanyahu y Bar, sino que también involucra cuestiones clave sobre la política de seguridad de Israel y el equilibrio de poder dentro del gobierno. La influencia de Shabak, junto con el Mosad y Aman, es vital para la defensa de Israel y para mantener la integridad democrática del país. El jefe de Shabak no solo tiene acceso a información confidencial de Estado, sino también a detalles sobre figuras políticas clave, lo que lo convierte en un actor fundamental en la política israelí.
Además, la Unidad 730 de Shabak, encargada de proteger a las principales figuras del país, también está involucrada en la vigilancia de Yair Netanyahu, el hijo mayor del primer ministro, quien ha utilizado las redes sociales para denunciar lo que llama un "Deep State" que busca destruir a su padre.
Este choque de alto nivel en la política y seguridad israelí podría tener repercusiones a largo plazo para la estabilidad del gobierno de Netanyahu, mientras las tensiones internas siguen en aumento.
Fuente Primaria: BBC Mundo.
